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2 de abril de 2014

Sensaciones encontradas



Creo que he aprendido a convivir con el silencio…
ya no necesito irritantes transistores para conciliar el sueño
mis demonios han decidido marchar de vacaciones
mis desazones experimentan sus congojas en la normalidad
mis lágrimas cambiaron la porcelana por la flaqueza…
y todo ello, le concede a mi locura una mueca triste a la vez que sensata.

Quizás, a partir de hoy,
mis noches se llenen de un amor eterno
Hacia una soledad que empieza a aprender a respetarme
y se sincera conmigo en mis desvelos y me quiere para sí sola
y me vomita cuando la comparto con alguna piadosa mujer
a la que intento abrazarme cuando la guardo en un cajón
al lado de cartas de amor insignificantes,
de ropa interior que vivió tiempos mejores
y recuerdos, sobre todo de despedidas
en las que descosí los retales con una aguja arqueada
a la vez que punzante, para que el corazón sangrara.

Creo que la placidez ya no está tan lejana
a cada paso que doy, el olvido le gana al cariño
mis sensaciones sobre lo que me rodea son más mundanas
mis sentimientos se ahogan en un licor destilado
mi seguridad va cogiendo el nervio que tú anulaste…
y la ilusión ha renacido, aunque con un ritmo tranquilo,
para no llegar a desquiciarme.

Nos hemos convertido en dos desconocidos
con recuerdos similares e historias de pasión ya juzgadas
Creo que en el día de mañana desplegaré mis alas
y buscaré en las tripas un nuevo amor…

Análogo y  a la vez diferente, al que tú me brindabas.


4 de diciembre de 2013

Todavía se escuchan los ecos en el Realejo
en dónde los dos jugábamos a ser antihéroes.
Yo, con mis cuatro trapos y semblante doliente
y mientras tú, apagando fuegos como el viento de poniente.

Todavía permanecen las alboradas en el Entresuelo

los amaneceres de vinagre y rosas...
las algazaras de personas irrisoriamente corrientes

en dónde despuntaba tu corazón
comadre de mis noches sin tregua,
belleza cordobesa omnipotente
a la cuál se agarra el más díscolo y perturbado
robándole a la luna su cálido relente.

Todavía la Alhambra llora por tu ausencia
El Albayzin sigue de duelo
esperando a que llegue la primavera.
Esa, que contagias con un simple parpadeo
esa, a la cuál sigo enganchado
cuando estabas presente aunque no te viera.

Te regalo pronto mi sonrisa,
mis puntadas sin hilo...
y una visita por sorpresa.
A cambio de que sigas siendo como eres...
"Xhunga" y benévola compañera.


28 de noviembre de 2012

Majestuosa Víbora





Aún quedan títeres en la urbe
amuletos quebrados por su mirada maldita
que dio de comer a quién vino a su mano
tomando su brazo como el agua bendita

Aún esboza los sueños de su pasado
amores enrabietados de alcohol y ceniza
de tiempos mejores y sábanas de mármol
que mudó una y mil veces a lo largo de su vida

Aún se escucha su llanto en la memoria
recuerdos de marfil y soledades sin poesía
que recita con sonetos fríos e inacabados
en el lugar donde muere su alegría descosida

Aún te echo de menos… Majestuosa Víbora
me dejaste tu corazón y te llevaste mi sonrisa
esa la cual divulgas como un premio de consolacion
empuñando tu alma como al balcón un suicida

Ahora yo…
continuaré cabalgando en jergones lascivos
Mientras tú, desde lejos…
 me dedicaras el amor de tu  lenta agonía